Estudio reveló que los niños de hoy estén peor que hace siete años y crecen en condiciones
de mayor pobreza y hacinamiento.
La diputada Natalia Romero reaccionó a los alarmantes resultados del Primer Informe
Nacional de Bienestar de la Niñez, elaborado por el Observatorio Niñez de Fundación
Colunga. El informe revela un preocupante deterioro en la calidad de vida de los niños y
adolescentes en Chile, con especial énfasis en la primera infancia.
Según el informe, entre los problemas más destacados se encuentran nutrición, la baja en
la cobertura de la educación parvularia, la crisis en la salud mental y la violencia.
Sobre esto, la diputada de la Comisión de Familia señaló: «Los datos son alarmantes y
demuestran que no se está cumpliendo con la responsabilidad de proteger y garantizar un
desarrollo integral en la primera infancia. Es indignante que los niños de hoy estén peor que
hace siete años, que estén creciendo en condiciones de mayor pobreza y hacinamiento que
ante y en familias sin una red de apoyo para la crianza”.
“Esto es una prueba contundente de que el proyecto de Sala Cuna Universal no puede
esperar más. El Presidente debe ponerle urgencia a este proyecto que es clave para brindar
el apoyo necesario a las familias que hoy enfrentan esta crisis. No podemos permitir que
nuestros niños crezcan sin las condiciones básicas para su desarrollo y exponiéndose los
riesgos de guarderías clandestinas”, enfatizó.
La legisladora también se refirió a la grave crisis en la salud mental. Esto, porque el estudio
indicó que un 35% de las adolescentes presentan síntomas depresivos, uno de cada cinco
adolescentes está lidiando con síntomas depresivos y que los intentos y pensamientos
suicidas están en aumento.
“No podemos abandonar a nuestros niños y adolescentes, tenemos que robustecer la
agenda legislativa y priorizar los proyectos que vayan en ayuda de los menores que están
siendo ignorados por el Estado ante el fracaso de la salud pública”, comentó.
El estudio además reveló que un 46% de los niños y adolescentes están viviendo en áreas
con niveles críticos de violencia, donde las balaceras y peleas son frecuentes. En este
escenario, se informó que más de la mitad de los estudiantes de séptimo básico a tercero
medio están expuestos a situaciones de violencia.
«Cuando hablamos de seguridad en Chile, debemos ampliar la conversación. No se trata
solo de castigar o aumentar las penas, sino de prevenir la violencia desde sus raíces,
asegurando entornos seguros y positivos para nuestros niños y niñas. Necesitamos políticas
públicas que no solo respondan a la violencia, sino que la prevengan, protegiendo a
nuestros niños desde su nacimiento», concluyó Romero.