La parlamentaria señaló que la «tómbola» arruinó la educación pública, destruyendo el prestigio de los colegios municipales y dejando a los estudiantes más vulnerables sin oportunidades reales.
La diputada Natalia Romero lanzó duras críticas al actual sistema educativo tras conocerse el listado de los 100 colegios con mejores puntajes en la última Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES), donde la educación pública quedó prácticamente ausente. Del total, 98 establecimientos corresponden a colegios particulares pagados, mientras que solo uno es municipal y otro particular subvencionado. En la región de O’Higgins, ni un solo colegio municipal o subvencionado figura en el ranking, lo que la parlamentaria calificó como «el reflejo más claro del fracaso de las políticas educativas de los últimos años».
«Arruinaron la educación pública, y lo más grave es que nadie se hará responsable», declaró la diputada Romero.
«La famosa reforma impulsada por el gobierno de Michelle Bachelet, con su sistema de admisión conocido como ‘tómbola’, destruyó los cimientos de lo que solía ser la educación pública en Chile. Lo advertimos en su momento, y hoy, los resultados están a la vista: las familias de clase media y de menores recursos están pagando el precio de un sistema que les quitó oportunidades reales», añadió.
La diputada enfatizó que la crisis educativa no es solo un problema de números, sino una realidad que afecta directamente a los estudiantes más vulnerables. “Antes, los colegios públicos eran referentes de calidad, incluso superaban a muchos particulares. Hoy, no solo han perdido esa posición, sino que han desaparecido del mapa de la excelencia académica. ¿Quién asumirá la responsabilidad de este desastre? ¿Quién se hará cargo de recuperar los colegios públicos que fueron arruinados por decisiones políticas mal implementadas?”, cuestionó.
La parlamentaria hizo un llamado al Gobierno y al Ministerio de Educación para priorizar una reforma estructural que reemplace el actual sistema de admisión escolar.
«No podemos seguir arrastrando un modelo que perjudica a los estudiantes y profundiza la desigualdad. Es momento de implementar un sistema que fomente la calidad y el mérito, permitiendo a las familias acceder a una educación que realmente responda a sus necesidades y aspiraciones», sostuvo.
Finalmente, la diputada adelantó que exigirá al Congreso y al Ejecutivo tomar medidas urgentes para revertir esta crisis. “Chile no puede seguir dando la espalda a la educación pública. Recuperar su prestigio y calidad no es solo una obligación moral, sino un deber con el futuro de nuestros niños y jóvenes”, concluyó.