Diputada Natalia Romero llama a aprobar “Ley Antonia”: proyecto busca evitar la revictimización de quienes sufrieron delitos sexuales
La representante de O’Higgins recordó que la iniciativa recibe su nombre en memoria de la joven Antonia Barra, quien en 2019 decidió quitarse la vida tras ser víctima de abuso y acoso sexual. La diputada por la Región de O’Higgins e integrante de la comisión de Mujeres y Equidad de Género, Natalia Romero, llamó a..

La representante de O’Higgins recordó que la iniciativa recibe su nombre en memoria de la joven Antonia Barra, quien en 2019 decidió quitarse la vida tras ser víctima de abuso y acoso sexual.

La diputada por la Región de O’Higgins e integrante de la comisión de Mujeres y Equidad de Género, Natalia Romero, llamó a sus colegas de la Cámara Baja a respaldar unánimemente la llamada “Ley Antonia”, cuyo proyecto se discutirá este martes en su último trámite legislativo y que, de aprobarse, permitirá mejorar las garantías procesales en los casos de delitos sexuales, protegiendo los derechos de las víctimas y evitando su revictimización.

Al respecto, la parlamentaria recordó que la iniciativa recibe su nombre en memoria de la joven Antonia Barra, oriunda de Temuco, quien en 2019 se quitó la vida tras ser víctima de abuso y acoso sexual. Por lo mismo, aseguró que “es fundamental que aprobemos este proyecto en memoria de ella y de todas las mujeres que han sido víctimas de abuso sexual en nuestro país”.

“Este martes vamos a votar la ‘Ley Antonia’ y es muy importante que la Cámara de Diputados la apruebe de manera unánime y que el Gobierno logre promulgarla lo antes posible, porque estamos hablando de una serie de modificaciones al Código Penal para otorgar un trato digno a quienes han sufrido de abuso sexual, resguardando la vida, la integridad física y la indemnidad sexual de todas las víctimas”, explicó la diputada Romero.

En esa línea, la representante del Distrito 15 agregó que el proyecto incorpora un Estatuto de Garantía en favor de las víctimas, de manera de contar con un personal capacitado en formación de género que evite su revictimización, eliminando del proceso judicial cualquier cuestionamiento a la conducta anterior o a la vida privada de quienes sufrieron de abuso, prohibiendo también que los jueces realicen preguntas que puedan “humillar, causar sufrimiento o lesionar la dignidad”.

“Es muy importante comprender todo lo que está viviendo una víctima de abuso o acoso sexual. No podemos permitir que un proceso judicial, donde lo único que buscan es que se haga justicia, termine provocando una revictimización, ni que tampoco sean enjuiciadas, estigmatizadas o discriminadas por su estilo de vida.

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